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Barcelona: l’herència dels Jocs (1992-2002)

Miquel de Moragas; Miquel Botella (eds.)

2002

El libro Barcelona: L’herència dels Jocs reúne un conjunto de estudios y testimonios sobre los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 escritos diez años después de aquel acontecimiento memorable, desde la nueva perspectiva que ofrece la distancia de su décimo aniversario.

El punto de partida se encuentra en un libro anterior de los mismos editores (Les claus de l’èxit), publicado en 1995, que recogía varios estudios sobre los impactos sociales, deportivos, económicos y culturales escritos inmediatamente después de los Juegos.

El nuevo libro sigue las pautas de Les claus de l’èxit en el sentido de analizar los distintos aspectos del legado de los Juegos Olímpicos, poniendo ahora más en evidencia los efectos a medio y largo plazo de aquel acontecimiento.

Como introducción del libro se publica la transcripción de una conversación mantenida en el mes de junio de 2002 entre tres protagonistas históricos de la preparación y organización de los Juegos, Joan Antoni Samaranch, Pasqual Maragall y Josep Miquel Abad, que revela algunas cuestiones clave para la interpretación histórica de los Juegos de Barcelona y valora su impacto.

La primera parte del libro se dedica al análisis del “modelo Barcelona’92”. Se inicia con la transcripción de una entrevista con Josep Miquel Abad, consejero delegado del COOB’92, y con artículos de Miquel Botella y Gilbert Felli referidos al modelo organizativo y a la evolución que han seguido después de Barcelona el sistema olímpico y las relaciones entre los comités de organización y el Comité Internacional Olímpico (CIO).

Los artículos de Joan Botella y Enric Truñó analizan, respectivamente, los aspectos políticos de la organización, las relaciones entre los actores políticos y la influencia internacional (Botella) y el prestigio adquirido por el estilo del “modelo Barcelona” (Truñó).

El doctor Miquel de Moragas analiza los aspectos inmateriales de este impacto, lo que denomina “la herencia de los símbolos”, y las distintas formas de interpretación y memorización de los significados de Barcelona’92 a escala mundial.

Andreu Clapés se centra en el movimiento del voluntariado, contribución decisiva al éxito de los Juegos, y la posterior evolución de dicho movimiento en Barcelona.

La segunda parte del libro está dedicada al legado deportivo de los Juegos, con artículos de Ramon Pallejà, Xavier Segura, Àndor Sierra y Martí Niubò sobre la utilización de las instalaciones deportivas tras los Juegos y la práctica deportiva de los barceloneses. Albert Batlle y Albert Soler se refieren al Plan estratégico del deporte de la ciudad de Barcelona, iniciado en 2002 y que, de hecho, se propone potenciar el capital de experiencias deportivas legado en herencia por los Juegos de 1992. Y, por último, Josep Escoda expone los efectos de los Juegos en la alta competición y cómo esta ha evolucionado en los últimos diez años.